Todos mis puntos son débiles si eres tú quién los toca.
Conocí la felicidad el mismo día que te conocí a ti. También conocí tus abrazos, esos que me hacen sentir protegida. Esos abrazos mientras me susurras al oído palabras que jamás olvidaré. Y tus besos, esos que me ponen la piel de gallina. Contigo no me hace falta decir 'Tengo frío' para que me abraces, siempre lo haces. Me gusta que me interrumpas mientras hablo, siempre y cuando sea con uno de tus besos. Me gusta que acaricies mi espalda, como si se tratase de lo mas valioso que tienes. Adoro esas veces en las que somos la almohada uno del otro, esas almohadas que hablan y se dicen todo lo que sienten. Por que las conversaciones pueden ser alegres, tristes, estúpidas, pero si son contigo, todo tiene sentido.
¿Sabes? Nunca he conocido a alguien parecido a ti. Quizás muchas personas, quizás muchos amigos, pero eres tú quién me hace sentir de esa forma especial. Esa forma especial de besarme, decirme que me quieres, y rozar mi cara con las yemas de tus manos.
Y si esto termina, que sea juntos.
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